Cuando alguien que usted ama está luchando con las deudas, puede ser difícil quedarse sentado sin hacer nada mientras ve cómo lidia con el estrés, la ansiedad y la incertidumbre financiera. Y si usted tiene el conocimiento o los medios para ayudar, es natural querer intervenir.
Pero ayudar a alguien a cambiar su comportamiento financiero no es un asunto menor y participar en ello conlleva graves riesgos. Después de todo, si las cosas salen mal, puede dañar una relación que le importa mucho.
Por eso es importante saber las formas correctas de ayudarlos a superar este momento difícil.
Si bien no hay una fórmula segura y detallada para ayudar a alguien a superar sus problemas de endeudamiento, a continuación, se presentan tres prácticas óptimas que aprendí durante mi tiempo como planificador financiero certificado, así como los cientos de correos electrónicos de lectores que recibo dirigiendo el popular blog de finanzas personales The Ways To Wealth [ING] (“Los caminos de la riqueza”, en español).
Consejo #1: Entender sus objetivos
Si ha leído una buena cantidad de libros y blogs de finanzas personales, puede que se incline a abrir la conversación hablando de diferentes estrategias de pago de la deuda, como los populares métodos de bola de nieve de deuda o de avalancha de deuda.
Si bien esas pueden ser las estrategias correctas para que sus amigos o seres queridos las adopten, es mejor guardar esa conversación para más adelante. El primer paso debe ser aprender sobre lo que es más importante para ellos, tanto en términos de sus finanzas como de sus metas de vida más amplias.
Una gran pregunta para empezar es algo como esto: «¿Qué sería lo primero que haría si estuviera libre de deudas?»
Esto se debe a que lo que realmente inspira a las personas a tomar medidas no es el objetivo de liberarse de las deudas, sino más bien objetivos como tener más flexibilidad con su tiempo o ser capaz de dejar un trabajo que no es el adecuado, para buscar algo que los llene de alegría y satisfacción.
Metas como estas tienen beneficios concretos (la gente puede ver específicamente cómo tomar acción para salir de la deuda, puede mejorar su calidad de vida).
Por lo tanto, es su trabajo descubrir qué es lo que le importa a la persona a la que está tratando de ayudar, lo suficiente como para comprometerse a un cambio real; entender qué servirá como un motivador lo suficientemente fuerte como para llevarlos a través de lo que a menudo es un proceso largo y difícil.
Consejo #2: Priorizar una pequeña meta
Una vez que sepa lo que es importante para ellos, puede empezar a discutir las estrategias reales que pueden ayudarlos a alcanzar sus objetivos.
Y si bien es cierto que puede hacer una lista de estrategias, es mejor comenzar pensando en pequeño y concentrarse en un objetivo fácil de alcanzar.
Por ejemplo, en lugar de crear un fondo de emergencia de seis meses [ING] (una tarea difícil incluso para los financieramente disciplinados) concéntrese en ayudarlos a ahorrar $500. De manera similar, en lugar de concentrarse en la meta a largo plazo de quedar libre de deudas, fije primero una meta a corto plazo para pagar la deuda con el saldo más pequeño.
¿Por qué no comenzar en grande?
Piense en este proceso como una rutina de ejercicios para alguien que acaba de empezar a hacer ejercicio. Un buen entrenador personal sabe que empezar el primer día del nuevo régimen con movimientos complejos y pesos pesados puede ser intimidante, abrumador y desalentador. Es una buena manera de evitar que una persona se presente al día 2.
En cambio, un buen entrenador sabe en qué lugar se encuentran las personas, incluso si ese lugar no es el ideal. Si eso significa caminar en una caminadora por cinco minutos, está bien (son cinco minutos más de los que caminaron ayer). Y mañana, tal vez vayan por seis, y luego siete, y así sucesivamente hasta que puedan empezar a sentir cómo el tiempo y el esfuerzo que están invirtiendo está mejorando su salud y bienestar.
Una buena actitud que se debe tener en esta etapa es que usted está tratando de ayudar a la persona que le importa, a crear su músculo financiero. Sí, es cierto, eventualmente, ellos necesitarán lograr metas financieras más grandes. Pero primero, necesitan una base sobre la cual construir. Alcanzar esa primera meta pequeña es una gran manera de empezar a poner piedras en esa fundación.
Consejo #3: Involúcrelos en una comunidad
Hace décadas, el famoso orador sobre desarrollo personal Jim Rohn dijo: «Usted es el promedio de las cinco personas con las que pasa más tiempo».
Hoy en día, este concepto está respaldado por investigaciones.
En el libro más vendido Hábitos Atómicos (Atomic Habits, en inglés), el autor James Clear escribe:
Por regla general, cuanto más cerca estamos de alguien, más probable es que imitemos algunos de sus hábitos. Un estudio innovador hizo un seguimiento de doce mil personas durante treinta y dos años y descubrió que «las probabilidades de que una persona se vuelva obesa aumentan en un 57% si tiene un amigo que se vuelve obeso». Funciona de la forma inversa, también. Otro estudio encontró que, si una persona en una relación perdía peso, la pareja también adelgazaba alrededor de un tercio de las veces. Nuestros amigos y familiares proporcionan una especie de presión social invisible que nos lleva en su dirección.
Teniendo esto en cuenta, hay dos pasos que puede dar para ayudar a alguien que está luchando con las deudas.
El primero es ser un gran ejemplo para usted mismo. Mientras mejor sea usted con sus propias finanzas, es más probable que alguien más lo escuche.
El segundo es ayudarlos a encontrar una comunidad donde el comportamiento natural es ser sabio con el dinero.
Hay docenas de comunidades de apoyo, tanto en línea como locales, donde vivir una vida libre de deudas es un comportamiento normal. Un buen ejemplo es la comunidad de independencia financiera, donde puede encontrar grupos activos de Facebook, grandes podcasts, libros y reuniones locales.
En esta comunidad, pedir un préstamo de alto interés para comprar un auto nuevo de más de $40,000 (algo que una buena cantidad de personas hace todos los días sin pensar mucho en ello) ni siquiera está en el radar. Formar parte de una comunidad de apoyo que comparte los valores y hábitos a los que aspiran sus seres queridos puede ayudarlos a mantenerse enfocados en sus objetivos y a resistir la tentación de desviarse del camino.
Reflexiones finales
Ayudar a alguien a superar su deuda tiene muy poco que ver con sus conocimientos financieros, aunque ciertamente puede ser un factor valioso, si usted lo posee. Lo que es mucho más importante es tener una alta inteligencia emocional y entender por qué y cómo las personas cambian su comportamiento. Puede que esas no sean las primeras habilidades en las que uno piensa cuando se trata de las finanzas personales, pero en mi experiencia, son las más cruciales.
Recuerde, si tiene deuda de tarjetas de crédito, deudas de impuesto o, incluso, desea reparar su puntaje de crédito, puede llamarnos al 1-844-669-4596 y un experto en finanzas le hará una consulta gratuita.
