¿Sabía que las parejas casadas pueden tener más posibilidades de tener una jubilación cómoda que las personas solteras, viudas o divorciadas? Por un lado, una pareja casada tiene la oportunidad de obtener dos ingresos, lo que aumenta los ingresos del hogar, de modo que se destina más dinero a los ahorros para la jubilación y al pago de la hipoteca antes de la jubilación.
Pero las parejas casadas también pueden disfrutar de varias ventajas financieras más que las que tienen los solteros. Resulta que todos los altibajos del matrimonio podrían valer la pena después de todo, especialmente cuando se trata de ahorrar para la jubilación y vivir cómodamente cuando se retire.
Conozca a continuación las 5 ventajas económicas de estar casado durante el retiro
1. Las parejas casadas tienen mayores ingresos en el hogar
Existe una diferencia importante entre los ingresos de los hogares de las personas casadas y los de las que no lo están, lo que les permite contribuir potencialmente más al ahorro para la jubilación.
Las parejas casadas que viven con un cónyuge tienen una renta familiar promedio anual de entre $65,000 y $67,000, según «Still Shortchanged: An Update on Women’s Retirement Preparedness», un informe del National Institute on Retirement Security (NIRS, por sus siglas en inglés) [1].
Sin embargo, en el caso de los hombres y mujeres divorciados que viven solos, el promedio anual de los ingresos familiares desciende a unos $33,000. Los viudos y los que nunca se han casado y viven solos tienen unos ingresos familiares anuales que oscilan entre los $29,000 y los $33,000, según el informe del NIRS.
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2. Los casados se benefician del Seguro Social del cónyuge
Una de las mayores ventajas del matrimonio es la elegibilidad para las prestaciones del Seguro Social del cónyuge y del superviviente, según Charles Schwab & Co Charles Schwab & Co.[2]
«Como pareja casada, cada uno tiene derecho a cobrar su propia prestación de la Seguridad Social o hasta el 50% de la prestación de su cónyuge, lo que sea mayor», dice Schwab.
«Esto puede ser una ventaja económica si uno de los dos tiene mayores ingresos. Además, el viudo o la viuda tiene derecho a cobrar hasta el 100% de la prestación del otro».
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3. Los cónyuges suelen heredar los planes 401(k)
Según la Ley de Seguridad de Ingresos de Jubilación de 1974, el cónyuge superviviente suele ser el beneficiario automático de un plan 401(k), ya que se trata de un plan de jubilación patrocinado por la empresa. La excepción es si el empleado desea designar a otra persona como beneficiario, pero el cónyuge debe aceptarlo primero por escrito.
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4. Prestación de supervivencia de la pensión: sólo para los cónyuges
Cuando una persona casada con una pensión de empresa, también conocida como «Plan de Prestación Definida», fallece, el cónyuge puede recibir prestaciones mensuales durante el resto de su vida si el plan está establecido con una prestación de supervivencia [3]. El superviviente recibirá una parte de la prestación mensual del cónyuge fallecido o, en algunos casos, un pago único.
Sin embargo, si el fallecido no está casado (incluso si mantiene una relación de compromiso con una pareja), el superviviente no tiene derecho a ninguna prestación de jubilación.
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5. No tiene que mudarse solo
Mucha gente prefiere mudarse durante la jubilación, a menudo para obtener un clima más moderado, para estar cerca del océano o de otra región, o para disfrutar de días mayormente soleados durante todo el año. Para muchas personas, jubilarse en una ciudad con un costo de vida más bajo puede hacer que los ahorros para la jubilación rindan más. Sin embargo, el traslado puede ser una tarea solitaria (al menos al principio) si se hace la gran mudanza solo.
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