¿Está criando a sus propios hijos al mismo tiempo que cuida a sus padres ancianos? Si es así, usted es lo que se conoce como un cuidador de la «generación sándwich», que se encuentra entre las responsabilidades de cuidado de dos generaciones diferentes. Y los estudios sugieren que, independientemente de cómo se mire, ser un cuidador de la generación sándwich es difícil.
Según «Burning the Candle at Both Ends: Sandwich Generation Caregiving in the U.S.», un informe publicado por la National Alliance for Caregiving (NAC, por sus siglas en inglés) y Caring Across Generations [1], alrededor del 22% de los cuidadores de la generación sándwich encuestados informaron de que pasaban un promedio de 22 horas a la semana cuidando de alguien, a menudo mientras hacían malabarismos con sus responsabilidades laborales.
Descubra a continuación los 5 factores de estrés que enfrentan los hijos que cuidan a sus padres ancianos y cómo afrontarlos.
1. Sentir presión financiera
Alrededor de 1 de cada 5 cuidadores de la generación sándwiches dicen sentir presión financiera, según el informe de la NAC. No es de extrañar, ya que muchos hijos adultos deben ayudar económicamente a sus padres con la atención médica a domicilio o el costo de la vida asistida o de una residencia de ancianos, a menudo mientras siguen pagando la matrícula, la ropa, los eventos escolares y otros gastos de sus hijos.
Sus ingresos también podrían verse reducidos si faltan al trabajo debido a las tareas de cuidado.
Como cuidador principal de un padre anciano que vive con usted, puede tener derecho a un crédito por cuidado de personas dependientes cuando declare los impuestos federales sobre la renta [2]. Si aún no tiene un presupuesto escrito o en línea, cree uno para controlar mejor los gastos y anticiparse a los gastos del cuidado.
Descubra: 6 formas en las que ser cuidador de un padre anciano puede tener un impacto financiero [ENG]
2. Descuidar los ahorros para la jubilación
Muchos cuidadores se encuentran en el punto óptimo del potencial de ahorro para la jubilación, con unos ingresos más altos que nunca y disfrutando del éxito profesional. Sin embargo, a menudo, ellos deben reducir las horas, o incluso dejar un trabajo, debido al cuidado de un padre anciano. La reducción de los ingresos puede afectar seriamente (o incluso poner fin) a las aportaciones un plan de jubilación 401(k) o similar.
Aunque sus ingresos se reduzcan, intente seguir haciendo aportaciones periódicas a su plan de jubilación. Se alegrará de haberlo mantenido y agradecerá los ingresos adicionales de la jubilación cuando llegue su momento.
Descubra: 6 alternativas a dejar su trabajo para cuidar a sus padres mayores
3. Hacer malabares con las presiones del lugar de trabajo
Es posible que su jefe haya sido compasivo al principio cuando se tomaba unas vacaciones anticipadas debido a una crisis de salud urgente de su madre o su padre, pero incluso los empleadores más comprensivos tienen sus límites. Al fin y al cabo, lo han contratado para que les ayude a dirigir su negocio, no para que lleve a sus padres al médico por la mañana y a sus hijos al entrenamiento de fútbol por la tarde.
Para aliviar las presiones en el lugar de trabajo, proponga a su empleador una solución como trabajar a distancia al menos una parte del tiempo. Tal vez pueda conseguir que le aprueben un horario más flexible (llegar antes para poder salir antes, o tomarse un día de la semana libre pero trabajar el sábado, por ejemplo) para poder ocuparse de las tareas de cuidado sin dejar de hacer el trabajo.
Si las responsabilidades de cuidado de uno de los padres son especialmente exigentes, también puede optar a un permiso no remunerado de hasta 12 semanas a través de la Ley de Licencia Familiar y Médica.
Lea: ¿Cuida de un padre anciano? Conozca estos 8 datos de la Ley de Licencia Familiar y Médica
4. No se puede escapar de los cuidados
Los cuidadores de la generación sándwich, cuya edad oscila entre los cuarenta y los cincuenta años, deben hacer de chóferes de sus hijos adolescentes o preadolescentes para llevarlos al colegio y a los eventos deportivos, mientras los ayudan a navegar hacia la edad adulta. Mientras tanto, ven cómo sus propios padres envejecen y dedican innumerables horas a cuidarlos.
Es fácil agotarse por cuidar de los demás todos los días, por eso es importante tomarse un tiempo de descanso para uno mismo. Quizá su hijo pueda sentarse con su mamá mientras usted hace una actividad que le guste o da un paseo por la naturaleza. Póngase en contacto con organizaciones locales que ayudan a los mayores, para preguntar por voluntarios que puedan estar con su padre, que no puede quedarse solo, y así poder escaparse unas horas de vez en cuando.
Lea: 6 gastos sorpresa que pueden agotar los ahorros para la jubilación.
5. Ignorar su propia salud física
Aproximadamente, 20% de los cuidadores de padres ancianos con hijos que aún viven en casa, declararon que cuidar tanto de un padre como de sus hijos ha «empeorado su salud», según el informe de la NAC. Otro 18% afirma que el cuidado de los hijos ha supuesto un esfuerzo físico para su cuerpo.
Es fácil ignorar su propia salud cuando su principal preocupación es la salud y el bienestar de sus seres queridos. Sin embargo, no será de mucha utilidad para nadie si está agotado, irritable, dolorido o enfermo. Para cuidar de su propia salud, asegúrese de dedicar tiempo a las revisiones y exámenes anuales, hacer ejercicio físico con regularidad y mantener una dieta saludable.
Recuerde, si tiene deuda de tarjetas de crédito, deudas de impuesto o, incluso, desea reparar su puntaje de crédito, puede llamarnos al y un experto en finanzas le hará una consulta gratuita.
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