Las generaciones más jóvenes, desde los Millennials hasta la Generación Z, a menudo se consideran con derecho. No hay que esforzarse para encontrar gente que piense que los padres están demasiado dispuestos a «mimar» a sus hijos.
Eso puede no ser cierto en la mayoría de los casos. Pero una encuesta de Parenting.com reveló que 57% de los padres admitió haber sobornado a sus hijos para que se comportaran mejor. Además, 59% de los encuestados afirmaron que sus hijos son más malcriados que cuando eran niños.
Vea a continuación las siete maneras de dejar de malcriar a sus hijos y empezar a enseñarles sobre el
1. Aprenda a decir «no» y aténgase a ello.
Quiere darle todo a sus hijos, incluyendo las cosas que no tuvo cuando era niño. Sin embargo, adoptar un enfoque ilimitado para obtener «cosas» sólo contribuye a un sentido de que deben tener todo lo que quieran. Decir siempre «sí» da a los niños esa impresión.
En cambio, reconocer que hay situaciones en las que decir «no» es la mejor opción. Por ejemplo, si no han cumplido con sus expectativas en términos de tareas y calificaciones, entonces las recompensas tangibles no son apropiadas. Ciertamente, si sus objetivos y resultados financieros no pueden satisfacer los deseos de sus hijos, entonces debe decirles que no y explicarles por qué.
Tampoco deje que lo hagan sentir culpable para que se derrumbe. Sus hijos pueden estar enojados con usted por un tiempo, pero lo superarán.
2. Mostrar a los niños cómo dar y recibir
Cuando se concentra en dar a los niños todo lo que quieren, sólo están en contacto con lo que se siente al «recibir», y no se familiarizan con la sensación positiva de dar. Aunque ambos se sienten bien, es el dar lo que a menudo crea una sensación más satisfactoria con el tiempo.
Para ayudar a sus hijos a ver más allá de ellos mismos, involúcrelos en actividades en las que aprendan el poder de dar. Por ejemplo, haga que sus hijos le ayuden a elegir y a envolver regalos para los demás. Incluso podrían ser capaces de contribuir con su propio dinero.
Anímelos a participar en actividades de servicio comunitario donde aprendan el valor de dar tiempo y energía. También puede recordarles cuánto tienen en términos de cosas físicas en comparación con los necesitados que encuentran mientras hacen voluntariado. De repente, ese tercer par de zapatillas “Air Jordans” no significa tanto cuando conocen a un niño cuyos únicos zapatos tienen agujeros.
3. Deles su atención y afecto
Comprar cosas nunca reemplaza la necesidad innata de sus hijos de su atención y afecto. En el ajetreo de un estilo de vida agitado, es fácil comprar esos aparatos y juguetes tecnológicos para llenar el tiempo de sus hijos, para poder concentrarse en lo que necesita hacer.
En lugar de eso, haga de su familia la prioridad. Pase más tiempo disfrutando de sus hijos y dándoles el invaluable regalo del tiempo personal. Planifique actividades en familia, enséñeles algo nuevo y asista a todos los eventos en los que estén involucrados. En el proceso, seguramente ganará ese equilibrio tan difícil de alcanzar que ha estado persiguiendo.
4. Haga que trabajen por lo que quieren
Piense en el efecto que tiene en usted entrar en una tienda y comprar inmediatamente algo. Es una buena sensación. Ahora, reflexione sobre volver a una tienda cada semana y mirar ese artículo para el que ha estado ahorrando durante semanas o meses. Crea más emoción y satisfacción cuando entra en la tienda con todo el dinero ahorrado y puede finalmente llevarse ese artículo a casa.
Puede hacer lo mismo para sus hijos, haciéndoles trabajar por lo que quieren en lugar de comprarlo en cuanto lo piden. Deles tareas u otra forma de ganar dinero, como un papel en su negocio. O anímelos a trabajar en el vecindario, haciendo trabajos apropiados para su edad, como cortar el césped o sacar a pasear a las mascotas.
Sus hijos se darán cuenta de que usted no es una fuente de dinero gratis para lo que ellos quieran. En cambio, aprenderán el valor de trabajar para ganar esas cosas ellos mismos.
5. Enseñe responsabilidad financiera y sea un ejemplo
Alternativamente, si les muestra cómo y por qué ahorrar dinero, cómo decidir qué comprar y cuándo y dónde el crédito puede ser beneficioso, entonces sus hijos pueden estar más inclinados a ser financieramente responsables en el futuro.
Como niños, puede que no estén interesados en la idea de ahorrar dinero. Cuanto más joven es, más difícil es pensar en las consecuencias a largo plazo de sus acciones. Sin embargo, como padre, puede empezar a enseñarles lecciones simples sobre por qué decide comprar o no comprar un artículo o cómo ahorrar llevándolos al banco para que ahorren parte de su mesada mientras usted también hace un depósito.
6. Permitir que los niños sean independientes en lugar de hacerlo por ellos
¡No sea un padre controlador! Estar tan cerca de sus hijos a tal punto, que ello impide que tengan espacio para hacer las cosas por ellos mismos les hace un gran daño.
Cuando usted se encarga de todo por ellos porque no quiere que fracasen, crecen pensando que siempre habrá alguien que lo hará por ellos. En el proceso, se pierden el aprendizaje de importantes habilidades para la vida.
Deles el espacio para manejar las cosas por su cuenta. Cualquier error se convierte en una lección de aprendizaje. La independencia que ganan también les ayudará más adelante a contribuir más en el trabajo y en la vida.
7. Enfóquese en cómo «el trabajo en equipo hace que pueda alcanzar los objetivos»
Claro, sus hijos son el centro de su universo. Si sólo se concentra en eso, sus hijos pensarán que ellos mandan y dictan lo que usted hace.
En realidad, su familia es un equipo. Todos los individuos dentro de ese equipo tienen roles y responsabilidades. Para enfatizar cómo funciona su familia a través del trabajo en equipo, cree una tabla de tareas con los nombres de todos. Hable sobre cómo las acciones de cada uno de ellos afectan a los demás.
8.Empiece ahora
Nunca es demasiado tarde para cambiar el comportamiento malcriado de sus hijos. Empiece a hacer estos cambios positivos ahora. Aunque puede llevar tiempo cambiar, puede deshacer lo que se ha hecho y formar jóvenes adultos independientes y financieramente responsables.
Este artículo de John Boitnott se publicó originalmente en Debt.com.
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