Nadie quiere estar endeudado, pero ¿cómo se endeuda la gente? La comodidad de los préstamos hace que sea casi imposible escapar por completo. Es más, incurrir en una deuda importante puede ocurrir con más frecuencia de lo que cualquiera de nosotros puede imaginar.
Cuando la deuda se nos va de las manos, crea un estrés y una presión financiera increíble, lo que lleva a problemas mayores como la bancarrota. Una forma de evitar que las deudas dañen sus relaciones y su tranquilidad es entenderlas a un nivel más profundo y personal.
Consulte estas 10 razones por las que la gente se endeuda para que le ayuden a verlo de forma diferente y a realizar cambios positivos en su forma de enfrentarse a los problemas financieros.
1. Los deseos frente a las necesidades
Cada persona tiene una lista única de deseos y necesidades, la mayoría de los cuales tienen alguna conexión directa con el dinero. Si el dinero está disponible, esos deseos y necesidades pueden satisfacerse al instante.
Cuando eso no es factible, muchas personas se sienten infelices y buscan otra forma de pagar lo que buscan. La forma en que una persona reacciona ante la imposibilidad de satisfacer sus deseos y necesidades depende de las creencias culturales sobre el dinero [ING], los préstamos y las compras. Algunas personas pueden ahorrar dinero y esperar, mientras que otras buscan una gratificación instantánea.
Las tarjetas de crédito cambiaron las cosas radicalmente. La gente podía satisfacer esos deseos y necesidades de forma inmediata mientras retrasaba la necesidad de pagarlos hasta una fecha futura. Como resultado, mucha gente buscó esa gratificación instantánea a través de la terapia de compras [ING], cortesía de esas pequeñas tarjetas de plástico, mientras se retrasaba la necesidad de averiguar cómo pagar los bienes.
2. Lo que nos decimos y lo que sentimos
Cuando decidimos contraer una deuda, solemos convencernos de que la merecemos y de que podemos pagarla con el tiempo. Por ejemplo, los seres humanos reformulan el acto de comprar un auto de $20,000, especialmente después de hacer un pago inicial o de cambiar un auto antiguo. Esa deuda se reduce a $350 al mes durante los próximos cuatro años, por lo que es asequible, y además conseguimos lo que queremos a nivel emocional.
Eso puede funcionar bien para las personas con medios suficientes para hacer esos pagos. Sin embargo, otros pueden experimentar «remordimientos de comprador» una vez que se dan cuenta de cuánto tienen que pagar y durante cuánto tiempo.
Es entonces cuando la deuda empieza a crear estrés y fuertes sentimientos de arrepentimiento. También puede aumentar el estrés: por ejemplo, sentirse atrapado en un trabajo despreciable porque necesitan el sueldo para pagar la deuda.
3. Aceptación social
La sociedad siempre ha relacionado el dinero con la aceptación, el estatus social y los privilegios [ING]. Las personas con más dinero suelen ser vistas como más populares, gracias a la percepción de éxito que está inextricablemente ligada a la riqueza personal.
Para intentar crearse este estatus, muchas personas han desarrollado una fachada apoyada en una montaña de deudas. Creen y esperan que obtendrán una mayor aceptación social por parte de sus compañeros si su riqueza percibida aumenta. En algunos aspectos, las redes sociales refuerzan e impulsan este deseo de demostrar que estamos en un buen estatus.
4. Marketing y medios de comunicación
Con tantas plataformas que destacan a los influencers que pregonan productos, esta fuerza social ha ayudado a convencer a la gente de que está bien endeudarse. Se creen el bombo del marketing.
Las marcas utilizan estratégicamente los medios de comunicación para aumentar su influencia en el conjunto de la sociedad. Como resultado, la gente empieza a convencerse de que necesita estos productos para tener una buena vida.
5. Burbujas económicas
Aunque es agradable ver cómo sube el valor de las viviendas, baja el desempleo [ING] y aumenta la estabilidad financiera, estos acontecimientos también pueden crear una falsa sensación de seguridad financiera que hace que un mayor número de personas empiecen a endeudarse más. En lugar de decidirse a ahorrar más, esta mentalidad de «confianza del consumidor» los lleva a gastar más, a veces muy por encima de sus posibilidades.
En el pasado, hemos visto a individuos caer en esa trampa obteniendo préstamos con garantía hipotecaria y líneas de crédito para comprar barcos y otros «juguetes», sólo para ser golpeados duramente cuando la burbuja económica estalla. El resultado ha sido una caída en picada del valor de la vivienda que ha puesto a esas personas en verdaderos problemas.
Al final, acaban «bajo el agua», con una deuda que supera con creces el valor de la vivienda. Esto puede llevar a la bancarrota y a otras pérdidas financieras, como la ejecución hipotecaria.
6. Emergencia financiera
Asumimos voluntariamente y sin necesidad gran parte de la deuda que contraemos. Sin embargo, muchas veces las deudas surgen de emergencias imprevistas. Un accidente de auto, una emergencia sanitaria importante, una demanda judicial o una catástrofe natural pueden cambiar su situación financiera en un instante.
Cuando la gente no tiene suficientes fondos extra reservados para cubrir emergencias, el resultado, a veces inevitable, es acumular enormes cantidades de deuda. Aunque sea por una buena causa, esta deuda es igual de perjudicial. Además, puede ser más difícil recuperarse de la deuda de emergencia, debido a las cantidades abrumadoras que suelen estar involucradas.
7. Depresión y estrés
Las secuelas de una gran carga de deudas también pueden ser destructivas. Los resultados de varios estudios muestran traumas emocionales y consecuencias personales importantes. Por ejemplo, algunos estudios descubrieron que las personas con las cargas de deuda más elevadas también experimentan más problemas de salud mental y física [ING], incluida una mayor tasa de depresión.
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8. Relaciones y problemas
Parte de la carga emocional que supone tener deudas implica el resentimiento, especialmente cuando el cónyuge o la pareja se siente moral o legalmente responsable de pagar esa obligación financiera. De hecho, los desacuerdos financieros son una de las principales razones por las que las relaciones terminan en divorcio.
9. Problemas mayores
Las deudas pueden influir en otras decisiones de la vida, así como en los resultados de esas decisiones. Por ejemplo, muchas empresas que contratan personal se fijan en el puntaje de crédito de los candidatos a un puesto de trabajo para determinar su nivel de responsabilidad fiscal.
Los graduados universitarios con una enorme deuda de préstamos estudiantiles pueden frustrarse rápidamente si no encuentran un trabajo que les permita pagar esa deuda. Incluso pueden posponer otras compras que les gustaría hacer, como una casa.
10. Cómo aceptar la deuda
Si tiene muchas deudas y se siente abrumado al pensar en ellas, hay formas de sobrellevar el estrés e incluso pagar las obligaciones financieras que le causan angustia.
Si se enfrenta a compras y gastos importantes, como la universidad, empiece a planificar con tiempo, adquiera más conocimientos financieros y aprenda a tomar decisiones más sensatas en relación con el dinero ahora, antes de asumir esa deuda.
Recuerde, si tiene deuda de tarjetas de crédito, deudas de impuesto o, incluso, desea reparar su puntaje de crédito, puede llamarnos al y un experto en finanzas le hará una consulta gratuita.
