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9 maneras de ahorrar dinero en comida durante la crisis del coronavirus


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Pensaba que tenía provisiones para un mes, y las tenía. Pero ahora sigue atrapado en casa 30 días después, y es hora de salir y abastecerse de nuevo.

Como mucha gente, quizá se dejó llevar cuando las noticias sobre el coronavirus hicieron que los compradores se abastecieran de papel higiénico, productos de limpieza, productos enlatados y otros alimentos. Sin embargo, ahora que el pánico inicial por las compras se ha apaciguado,no tiene por qué arruinarse económicamente comprando alimentos sin tener en cuenta el costo.

Casi la mitad (42%) de quienes viven en Estados Unidos (EE.UU.) y Puerto Rico (PR) necesitan su cheque de estímulo económico para pagar la comida.

Si usted se encuentra en ese campo, definitivamente le ayudará conocer estos 9 consejos para ahorrar dinero en los comestibles durante la crisis del coronavirus.

1. Cuidado con los gastos de envío

Si va a ir por lo seguro con un servicio de entrega de comestibles como Instacart, Shipt, Amazon Fresh o Peapod, asegúrese de entender todas las tasas que se añaden a su pedido. Por ejemplo, las tarifas de entrega de Instacart son más elevadas en épocas de gran afluencia de público y oscilan entre los $3.99 y los $7.99, mientras que los miembros de Instacart Express reciben entregas gratuitas en pedidos de más de $35. [1]

Amazon Fresh ofrece entrega con asistencia o sin asistencia (entrega cuando usted no está en casa) a los miembros de Amazon Prime si su pedido supera el umbral local de envío gratuito antes de impuestos [2]. Por lo demás, las tarifas de Amazon Fresh varían en función del importe total y de la opción de entrega que elija.

2. Haga una lista

No corra a la tienda de comestibles para agarrar unos pocos artículos y salir con el carro de la compra desbordado. Incluso si planea hacer acopio de alimentos, ir «abierto a cualquier cosa» hará que la factura se dispare rápidamente. Es demasiado fácil coger botes de aceitunas, frutos secos, salsas, aperitivos y carnes caras cuando no se tiene un plan.

Para evitar hacer la compra a la ligera y la enorme factura que conlleva la falta de estrategia, elabore una lista antes de hacer la compra. Compruebe lo que ya tiene a mano en el refrigerador, el congelador y la despensa y planifique las comidas en función de los ingredientes que ya posee a mano.

Descubra: 6 consejos para prevenir el desperdicio de alimentos durante el Coronavirus

Don’t shop when hungry

3. No compre cuando tenga hambre

No hay nada como mezclar un estómago ruidoso con el pánico pandémico para hacer subir la factura de la compra rápidamente. Cuando retrasa la cena para hacer las compras, puede estar seguro de que volverá a casa con al menos una bolsa de aperitivos, cenas congeladas y productos de bollería que nunca habría considerado.

Para evitar gastar más de la cuenta, consuma una comida o al menos un snack antes de ir al supermercado.

4. No compre en horas de mucho tráfico

Muchas tiendas abren durante determinadas horas de la mañana sólo para clientes mayores de 60 años o personas con problemas de salud. El horario restringido no sólo reduce el contacto con otros compradores, sino que también alivia la ansiedad y las compras impulsivas por el estrés de abrirse paso a codazos por los pasillos abarrotados.

Incluso si usted es joven y está sano, comprar en horas con mucho tráfico en la tienda (como una hora antes del cierre) tiene los mismos beneficios de ahorro y salud, así que dé una oportunidad a las horas más ligeras. Un menor estrés también es beneficioso para el sistema inmune.

5. Haga un solo viaje productivo

No ahorrará dinero en la compra si un día va corriendo a la tienda a por leche, otro a por carne picada y otro a comprar los ingredientes para la cena. Lo único que conseguirá es acumular un montón de cargos en su tarjeta de débito o crédito hasta que, sin saberlo, haya gastado mucho más de lo necesario.

En su lugar, planifique la compra semanal o quincenal con una lista de compras y establezca un límite de gasto.

Shop with meals in mind

6. Compre pensando en las comidas

Todos hemos llegado a casa con cuatro bolsas de comida y ni siquiera una combinación de ingredientes que podamos preparar para la cena. Sin embargo, es fácil evitar esta situación cuando se planifica la comida en la lista de la compra.

Por ejemplo, puede preparar pollo para la cena, pero también utilizar las aves para una sopa, una ensalada de pollo o unos tacos. Lo mismo ocurre con las verduras, que puede añadir a muchas recetas, servir como guarnición o picar como snack. Anote los posibles usos de todos los alimentos en su lista de la compra, así sabrá qué ingredientes añadir a las comidas base y cómo aprovechar mejor los alimentos.

7. Utilice su congelador

Su congelador es su mejor amigo cuando se trata de ahorrar dinero en la compra. No sólo puede abastecerse de artículos en oferta y otros alimentos para congelarlos hasta que los necesite, sino que puede congelar las porciones sobrantes de salsas, sopas y ciertas verduras para usarlas más tarde en lugar de comprar más en el supermercado.

8. Compre al mayor

No llene su carrito sólo porque algo sea una oferta fantástica. Sin embargo, si le gustan tanto los ejotes o las vainas en conserva que puede vaciar una caja en dos semanas, hágalo. En el caso de la carne, compre un paquete grande en oferta y congele una parte para más adelante.

Algunas de las mejores ofertas para comprar al mayor son las de productos de papel, como el papel higiénico y las toallas de papel, así que compre a granel para ahorrar. ¿Quiere ahorrar aún más? Añada un cupón del sitio web del fabricante, del periódico del domingo o de otra fuente de ahorro.

9. Busque las ofertas

Incluso durante una pandemia, las circulares de las tiendas de comestibles siguen llegando al correo y a los puestos de venta junto a la entrada de la tienda. Así que no se olvide de verificar los anuncios de las tiendas en busca de cupones y artículos en oferta, especialmente en alimentos congelados y enlatados, carnes y otros artículos que pueda congelar o almacenar en la despensa.

Este artículo de Deb Hipp se publicó originalmente en Debt.com.

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