Lecciones importantes sobre el dinero que puede utilizar para enseñar finanzas a los niños.
La forma en que los adultos se comportan con el dinero a menudo se deriva de cómo se les enseñó a manejar las finanzas cuando eran niños. Según un estudio de T. Rowe Price, si sus padres gastaban constantemente dinero que no tenían y tenían continuos problemas financieros, los niños acababan teniendo malos hábitos similares con el dinero [ING]. Esto es especialmente cierto si los padres nunca enseñan a sus hijos responsabilidad financiera al menos en alguna medida. Por eso, enseñar a los niños sobre el dinero debe empezar a una edad temprana. Es importante enseñar a los niños, incluso a partir de los 2 años, que las cosas cuestan dinero y que hay un valor en las cosas que se compran.
Esto último es especialmente importante en una época en la que los «juguetes» pueden considerarse tabletas y teléfonos inteligentes que cuestan mucho más que una cartilla de $2. Es vital que un niño entienda que incluso las experiencias pueden costar algo; de lo contrario, a medida que crezcan, se sentirán con derecho a esas experiencias y bienes. Cuanto mayor sea un niño, más difícil será cambiar su mentalidad si no se le ha enseñado en el pasado.
Educación financiera para niños
Es importante que los niños empiecen pronto a aprender a manejar el dinero. Pero se puede empezar poco a poco. No hace falta que empiece directamente con las sumas y las restas, ni siquiera con los gastos. A continuación, destacaremos varios temas para enseñar a sus hijos a determinadas edades. Esto no quiere decir que no pueda ir más allá. Sólo tenga en cuenta que algunos conceptos no pueden ni podrán ser captados si intenta enseñárselos demasiado jóvenes.
Paso 1: Introducir a sus hijos en los conceptos básicos del dinero entre los 2 y 5 años
Ahora es el mejor momento para impartir las nociones básicas, como el concepto de dinero. Puede empezar poco a poco enseñando a los niños el valor de las cosas y las experiencias. Cuando vaya a la tienda o a un restaurante, llévelos y haga que paguen con su dinero o tarjeta de crédito. Esto les enseña que hay un intercambio de «dinero» por bienes o servicios. (Los niños de esta edad no entienden el concepto de tarjeta de crédito o débito, por lo que, a la hora de dar lecciones, puede ser útil tener algo de dinero en efectivo a mano).
Cuando se trate de experiencias, explíqueles que el viaje a Disney o el viaje en avión cuestan dinero y que es caro viajar a nuevos lugares. También es buena idea empezar a inculcarles la idea de la caridad y de los que tienen menos. Explíquele que cuando reciben algo especial o de valor, tienen suerte de haberlo conseguido porque hay otras personas que no tienen acceso a una buena comida o a unas vacaciones como ellos.
Cuando su hijo haya superado la fase de llevarse cosas a la boca, alrededor de los 3 años, puede empezar a introducir monedas y billetes de dólar. El dinero de juguete también sirve. De nuevo, empiece poco a poco. No entienden la diferencia entre el valor de las monedas de un centavo y de 25 centavos, sólo que todo es «dinero».
El sistema bancario de 3 cerditos para niños
La edad de 3 años también es un buen momento para introducir una alcancía. Algunos padres lo dividen aún más y establecen un sistema de tres alcancías:
- Una para ahorrar
- La segunda para gastar
- Y la última para la caridad
Esto puede modificarse y configurarse también para ahorrar y hacer donaciones benéficas. Inicie el concepto de la alcancía ofreciéndoles cambio por una tarea que hayan hecho bien o el cambio de un viaje al supermercado si se han portado bien. Pídales que cuenten el número de monedas y que las separen según su aspecto. Esto le ayudará a aprender los distintos valores de las monedas.
Hacia los 5 años puede empezar a enseñarles el valor de cada moneda. Asegúrese de que cada lección sea divertida y no demasiado complicada o desalentadora. Esto podría generar sentimientos negativos hacia el dinero y, potencialmente, malos hábitos monetarios en el futuro.
Paso 2: Empezar a enseñar a los niños a administrar el dinero entre los 6 y 10 años
Aquí es donde entran en juego las verdaderas lecciones sobre cómo manejar el dinero. Según un artículo de Beth Koblinger, experta en finanzas personales para jóvenes, los hábitos monetarios suelen fijarse a los 7 años [ING].
Si aún no lo ha hecho, lleve a su hijo a una sucursal bancaria y ábrale una cuenta corriente o de ahorro. Muchos bancos y cooperativas de crédito ofrecen cuentas sin comisiones para niños pequeños. Por desgracia, la mayoría de los bancos ya no ofrecen máquinas contadoras de monedas que los niños puedan utilizar para sumar los ahorros de su alcancía. Puede trabajar con ellos en casa contando el cambio para llenar envoltorios de monedas y llevarlos al banco. O puede informarse en su localidad, ya que algunas tiendas de comestibles u otros establecimientos locales pueden tener contadores de monedas.
Este es también el momento de investigar un poco sobre las mesadas e incorporarlas a la mezcla. Establezca una cantidad semanal única o cantidades separadas para cada tarea que se repartan al final de la semana. Explique a su hijo que, al igual que en la edad adulta, el trabajo equivale a un sueldo. Si no hacen sus «trabajos» en casa, no pueden cobrar.
Si quieren comprar algo en la tienda, explíqueles que pueden utilizar parte de lo que han ahorrado (o parte de lo que tienen en su alcancía «para gastar») para comprar el artículo en cuestión. No tener suficiente es una lección muy importante a la hora de enseñar financiación a los niños. Refuerce la idea de que las cosas tienen valor y de que a veces hay que ahorrar para conseguir lo que se quiere. Pero si quieren el artículo y su dinero no les alcanza, quizá sea el momento de enseñar a su hijo formas de ganar dinero al margen de la mensualidad.
Cómo pueden los niños ganar dinero
Una lección que puede iniciarse en torno a los 6-10 años es el concepto del trabajo, al margen de las tareas domésticas, para ganar dinero. Esta lección puede extenderse hasta el instituto y más allá. Las formas en que los niños pueden ganar dinero varían desde puestos de limonada, ayudar a los vecinos a limpiar sus canaletas o autos e incluso vender artículos como juguetes y libros que ya no quieran o necesiten.
Hace años, había un juego de ordenador que ayudaba a entender el concepto de dinero con un puesto de limonada. Ayudaba a los niños a entender el costo de cada artículo (limones, azúcar, hielo, vasos) y cuánto cobrar en función de la cantidad de ingredientes que utilizaban y del tiempo que le llevaba. Hoy en día existen aplicaciones similares, pero no ofrecen la lección de vida real de salir a ganar dinero extra de verdad.
El dinero en efectivo es el rey a esta edad porque es algo tangible que puede ejemplificar el intercambio de dinero por bienes. También puede reforzar las habilidades matemáticas básicas de suma y resta, asegurándose de que paga con la cantidad correcta y de que recibe el cambio correcto. Esto puede resultar difícil hoy en día, porque muchas cosas se pagan con tarjetas de débito y crédito, y también por Internet. Llevar un talonario de cheques y otras técnicas financieras son medidas anticuadas. Pero puede ser prudente empezar a enseñar a su hijo los fundamentos de una sencilla hoja de cálculo contable o de un presupuesto para que empiece a asimilar los conceptos financieros con mayor firmeza.
Paso 3: Reforzar los hábitos saludables con el dinero entre los 11 y 14 años
Esta es realmente la edad para empezar a reforzar los hábitos monetarios que enseñó a sus hijos anteriormente. Asegúrese de que hacen las tareas domésticas y se ganan la mensualidad. Haga que empiecen a utilizar su dinero para comprar las cosas que quieren en lugar de ser usted quien las compre. Éste es uno de los puntos críticos de las finanzas para los niños: asegurarse de que entienden que las cosas que quieren cuestan algo.
Amplíe la idea de ganar dinero fuera de casa haciendo de niñero, lavando los autos de los vecinos o limpiando sus jardines, etc. Ganar más dinero es una oportunidad perfecta para volver a hablar de la idea de ahorrar, gastar y ayudar a los demás mediante donaciones benéficas.
También es importante en este momento hablar y explorar posibles oportunidades de voluntariado para sus hijos. Permítales experimentar un mundo fuera de sus paredes y muéstreles la importancia de retribuir a los menos afortunados.
Paso 4: Empezar a introducir la financiación, el crédito y la obtención de ingresos entre los 15 y 18 años
¿Su hijo va a conducir o vive en una ciudad que tiene otras opciones de transporte además del auto? Las cosas resultan más fáciles si vive en un lugar como Nueva York, donde hay innumerables formas de transporte público para que sus hijos se desplacen.
Los niños suelen pensar en comprarse un auto cuando cumplen 16 o 17 años, pero la mayoría de las familias no pueden permitirse ese gasto. Sin embargo, si su hijo ha ahorrado, puede haber alguna oportunidad de conseguir algún tipo de auto usado en buen estado. Puede plantearse la posibilidad de ofrecerse a repartir los gastos o pagar el seguro.
Antes de comprarle un auto a su hijo, asegúrese de que entiende los gastos que conlleva. Está la compra inicial del auto, claro, pero también hay que tener en cuenta el seguro, la matrícula, la gasolina, los cambios de aceite y otras operaciones de mantenimiento programadas, la asistencia en carretera y mucho más. Realícele una lista a su hijo y siéntese con él para repasar los costos de tener un auto.
Una vez que vean los gastos que conlleva, puede que sea el momento de buscarse un trabajo a tiempo parcial en una tienda o restaurante local. Pero esto conlleva sus propios problemas. Muchos artículos se apresuran a señalar que, como la escuela se ha vuelto más rigurosa y en algunos casos se ha prolongado hasta el verano, los niños no tienen tiempo de trabajar [ENG] para ganar un dinero extra. Algunos establecimientos también buscan trabajadores más calificados [ENG] como resultado de las subidas del salario mínimo, dejando a los estudiantes de secundaria en problemas.
Asegúrese de hablar con sus hijos sobre el equilibrio entre la escuela, el trabajo y el tiempo libre. Cada uno de ellos ofrece sus propias recompensas a la hora de aprender sobre el mundo real y enseña a los niños finanzas de una forma diferente.
Paso 5: Empezar a hablar pronto de cómo costearse la universidad
Entre los 15 y los 18 años también es el momento de hablar de la universidad o de lo que su hijo planea hacer después del instituto. Si su hijo no es necesariamente de los que van a la universidad, puede que merezca la pena estudiar en una escuela de oficios una carrera que vaya más allá de lo que ofrece una licenciatura. Hay muchas carreras lucrativas, como fontanero, electricista e incluso especialidades como soldador.
Si su hijo piensa ir a la universidad, estudie las opciones y discuta los costos. Las universidades privadas y las de fuera del estado son mucho más caras que las públicas. Examine las becas, subvenciones y otras opciones para ayudar a sufragar los gastos. También es un buen momento para hablar de los préstamos estudiantiles y de cómo pueden afectar a su vida después de la universidad.
Asegúrese de incluir también en el presupuesto universitario de su hijo los gastos más elevados, como el alojamiento y la comida. Permitir que su hijo forme parte de esta discusión le ayudará a tomar una decisión inteligente que puede afectar al resto de su vida.
¡La educación financiera es un regalo que no se acaba nunca!
Nadie dice que sea fácil criar a otra persona desde la infancia hasta la edad adulta, pero es un trabajo que debe tomarse en serio. La importancia de enseñar a los niños sobre el dinero es primordial para asegurarse de que puedan sobrevivir por sí mismos una vez que salgan al mundo. Estos consejos de formación deberían servirle de guía en el camino para asegurarse de que su hijo entiende no sólo el valor del dinero, sino la importancia de administrarlo adecuadamente para tener éxito.
Recuerde que no les hace ningún favor a sus hijos cediendo a sus demandas sin hacerlos trabajar o ganar dinero. Si les enseña lecciones importantes, como el valor de ganarse el dinero y ahorrar para comprar lo que quiere, los prepara para el éxito en el futuro.
